El sitio al que los llevaban
era una escuela vacía
y la escuela se llamaba
Santa María.

Dejaron a los obreros,
los dejaron con sonrisas.
Que esperaran les dijeron
sólo unos días.

Los hombres se confiaron,
no les faltaba paciencia
ya que habían esperado
la vida entera.

Siete días esperaron,
pero qué infierno se vuelven
cuando el pan se está jugando
con la muerte.

Obrero siempre es peligro.
Precaverse es necesario.
Así el Estado de Sitio
fue declarado.

El aire trajo un anuncio,
se oía tambor ausente.
Era el día veintiuno
de diciembre.

Composição: Luis Advis